Cuando predomina el carácter hiperactivo/impulsivo o cuando el TDAH está acompañado de un Trastorno Negativista Desafiante, hay bastantes posibilidades de que los niños sufran explosiones de ira.
Aunque el enfado y la frustración son sentimientos naturales, las explosiones de ira manifiestan el enfado de una forma violenta y agresiva, sin control alguno. Estos ataques de ira son destructivos y pueden acarrear diversos problemas en el entorno social de quienes los padecen.
Sin embargo, es posible aprender a reconocer las señales de aviso y los factores que desencadenan estas reacciones, permitiendo abordarlos antes de que sean incontrolables.
- No te lo tomes como algo personal.
No debes interpretar que la ira del niño va dirigida contra ti, debes distanciarte un poco y ubicar las observaciones del niño en su contexto.
- Intenta distinguir entre el niño y la conducta.
Los niños con TDAH pueden tener un menor control de sus emociones que otros niños, por lo tanto no le culpes o le guardes rencor por una explosión de ira. Aunque resulte difícil cuando el niño tenga comportamientos hirientes, hay que tener en cuenta que es fruto de su problema de conducta y no culpar al niño.
- Retírate unos minutos.
Aléjate de la situación de ira durante unos minutos para tranquilizarte, para evitar decir o hacer algo que puedas lamentar más tarde. Permite también que el niño se distancie de la situación (si es posible) para que se pueda calmar.
- Cuéntaselo a alguien posteriormente.
Habla de las explosiones de ira con otras personas, por ejemplo otros padres o profesores que hayan vivido situaciones similares. Esto puede ayudarte a reevaluar la situación y conocer otras formas de abordar la ira que hayan sido eficaces.
- Deja que el niño exprese su ira de forma segura.
Puedes permitirle que golpee un cojín con un periódico enrollado por ejemplo, o que patalee en el jardín. Esto le permite liberar tensión física y energía acumuladas de una forma más controlada. Después, estará más tranquilo y relajado para comentar sus sentimientos.
Afrontar una explosión de ira puede ser una tarea difícil para los padres y profesores de los niños con TDAH. Estas pautas pueden ser de gran ayuda para enfrentarse al ataque, calmar la situación y dejarla atrás:
- Espera a que el niño se calme, tarde lo que tarde.
- Intenta escuchar al niño para entender los motivos de su cólera.
- Explícale que quieres entender qué es lo que le ha pasado.
- Escucha las explicaciones que te de.
- Escucha también a los otros niños que hayan participado en el incidente.
- Habla con él de las emociones y sentimientos que hay detrás de la ira.
- Comentad juntos cómo se puede salir de esta situación e intentar evitar los sentimientos que pueden producir futuras explosiones de ira. Si le cuesta expresar con palabras lo que siente, propónle que lo haga a través de un dibujo.
Si el niño con TDAH tiene problemas para expresar sus sentimientos y no es capaz de exteriorizar verbalmente cómo se siente, te recomendamos que consultes las Herramientas para expresar la ira.
- Carmen Chávarri
- Content Manager